Sin dedicatoria.
El amor sabe lo que es.
Entre edificios y grandes estatuas
tu cuerpo oceánico solo
marcado
edípico
falocéntico
el sueño de Freud
es amado por mí
es amado por mí
el despojo del inmaterial deseo
el dolor latiendo a diez mil por
pies de altura
es amado por mí
quién te hizo
quién te hizo
la herida de tu boca
la sonrisa blanda
el latido apresurado
no fui yo
eras mi bocanada
el poema encarnado
el dolor suave
del olvido
la esencia de lo que no pudo ser
las noches de lluvia con un cabernet
pero hoy
quien sufre
no soy yo
tu pose es la pregunta
sobre el amor:
Quién ahora te hará el café.
Ya no
estoy ya no estás
en tu nombre la soledad se esparce por las
ciudades
como un virus.