CIUDAD DE TIANJIN:
"Mi tiempo aún no tiene límites:
Yo acompañé el éxtasis del mundo,
Como la música sordina del órgano
Acompaña una voz de mujer."
Osip Mandelstam
el cristal oscurecido del cielo
desde una habitación de hotel
Pasamos como alumbradas por el sol
ardiendo en las formas pasajeras del deseo
desfiguradas contra la ciudad
anidadas en sus formas circulares
entre techos rojísimos y columnas de dedos
que recorrían fugaces la noche
el cuerpo de la noche abierto como un barrio insomne
Tiajin
que tu boca que fumó sin pausas
acicalando el filo de mi aullido
Toda yo fui ciudad
Tianjin la fría ebriedad de mis ojos
fluyendo en tus humedades
Tiajin la hoja derramada de mi pecho
el largo río amarillo que me ahoga
temblé hasta desaparecer
debajo de tu piel tendida como una sábana oscura
Tiajin
ciudad y mujer
vientre henchido de agua y fuego
Tianjin no volveremos a ver nuestros rostros en tu quietud
ni a dibujar en las ventanas tus venas hambrientasel amor se deslizará entre los sauces llorones besando el agua
en su fluir mortal de mi sangre hacia su pecho.
en su fluir mortal de mi sangre hacia su pecho.
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