lunes, 11 de diciembre de 2023

Adiós Shangai



No quiero huir más
el insomnio cruza las calles conmigo
bebo de los charcos que van dejando tus lágrimas
vuelvo a toser la edad
tenía 20 años cuando tus muslos proyectaban el horizonte
tenía la edad del cabello largo

Esa ciudad
Shangai
no volveré a pronunciarla
igual
has dejado la sombra de la chicharra entre los árboles
la madrugada se avecina con toda su muerte
ahí tu cuerpo partido en dos
dos ciudades atravesadas por el mismo deseo
o era la muerte con sus ciclos
en la cama: apagar las luces
morder el frío de tus dientes
elevarse por los espejos
donde la cabeza improvisa
el sonido que tendrá el agua
y otra vez la tristeza agudiza
mi paso por las calles




Sí, seguro es la muerte
le digo a la sustancia que me colma
no eres tú. Seguro es la muerte.

o era esa otra ciudad con su río de sal cerrando
los ojos acanalados
que vieron amar con el rugido del agua
su dulzura de postales silenciosas
su sombrero de luces sobre la boca
el hombro de la madrugada besado apenas por la luna
y la rueda gigante lenta sobre el puente
tu olor de peces dorados era otra ciudad
la virulenta ciudad del pathos
la muerte dulce y atractiva en mis párpados
con tu sudor
el sendero hacia ninguna parte por tu boca
recién dibujada en el lecho del río Huangpu




no volveré a pronunciarte
Shangai
arrastro la lengua sobre la espalda
de Yangpu
sobre tu lecho de hojas
sobre tu cuerpo de sombras
arrastrando la lengua 
no volveré a gritar tu nombre
sin que ese nombre
sin que tu nombre me arrastre

gritando de golpe en la avenida larga hacia la luna
lo que la lluvia arrastraba desde otra tierra




TE ROBASTE MI FUEGO




 



Te mostré el fuego 
que bañaba la calle 
las siluetas de los astros desparecidos
a dónde queremos ir
es un misterio

hablo como una loca
imagino que corro encima de una montaña rusa 
soy un tren de palabras indescifrables
conecto los mundos que soy con pedazos de ti
lo ves te pregunto
sabes que estoy loca sola y me gusta
dentro de ti gritas pero cierras la boca para que no vea el hoyo de agua
hablamos trepamos los recuerdos los símbolos seguimos subiendo
los poemas se sirven una cerveza y nos miran incrédulos
cruzamos puentes y países componemos teorías destruimos la orfandad del silencio

en la punta de la tarde nos acobardamos
el mundo no es un lugar
recordamos nuestros nombres 
que venimos de la angustia  
arrastrándonos

la parte más vital de mí
la que se remueve como un gusano que lucha por salir del barro
quiere morderte
saborear tu sangre como un viejo vampiro 
que necesita alimentarse
mis tripas entrañas mi cólon o tal vez mi hígado
te desean 



nos hemos ido de la calle donde el fuego trepaba por mis uñas

donde tomaba a sorbos rápidos tus ladridos quejidos aullidos
me busco así frente a los desechos de lo que fuimos
a la hilera ebria de murmullos de lo que dijimos
esa finitud malograda de alegría y asombro

 
no era Prometeo con larga cabellera
 
 

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