Desististe de aparcar en las calles rectangulares con ángulos cortados de aquel barrio las mismas calles de la taza de café del barrio gótico que me mostraste desde la vidriera recordando a Serdá donde había una exposición de grillos verdes y cucarachas rojas el arte del origami el arte de buscar tu mano un lugar tibio beberse una copa de vino junto a tu acento frontera de alfabetos que desconozco fuimos a parar al Bar La SueBCN aun cuando en mi libreta tenía trazada la ruta hacia tu vientre
metro Urguell
tus senos -en tu cuerpo había iniciado la lenta exploración de la ciudad- carrer de Villarroel, 60, tu risa apagada por el motor de un coche L`Eixample Esquerre mi mano ávida de ti
tapas una copa de cerveza tu axila la respiración de tu boca lenta que me pronuncia me inhala -te leo un poema- en la tele el Real Madrid contra el Atlético de Madrid -no sé nada de fútbol
no sé nada de pop no sé nada casi nada de ti- a la luz de una vela que se apaga tus ojos de medialuna tostada fogata nocturna con oleaje marino superpuesto hacen que olvide el mundo te sigo
como mariposa a la luz
mi mano te roza la espalda juego de contacto -acaban de anotar un gol- tu mano tibia tus mejillas rosadas tu sexo húmedo tu cuerpo tejido a mi cuerpo híbrido otra copa zumo de melocotón me hablas al oído haciendo un túnel donde retumbo toda
tu lengua que habla mi lengua mi idioma que busca territorios inaccesibles por ejemplo el verbo ser en tus dedos ciegos que se juntan se mezclan bajan las luces -se acaba el partido- pero nos seguimos buscando como canes hambrientos en la noche no me sé las direcciones no me sé las canciones que te gustan te gustan las mujeres te pregunto tú resistes como una ciudad asediada para rendirte entre sus muros me besas
tu lengua sabe a memoria a las dos de la mañana en alguna estación debajo de los pies del mundo.
se me quedaron las maletas
la línea aérea no trabaja ni los lunes
ni los martes
la ciudad estaba apagada
nadie fumaba por desesperación
nadie me vio llegar
nadie me vio partir
solo tus ojos
y era lo único que importaba
Llegué al fin
después del destierro
después de una larga pausa
después amar
tu boca
que pronunciaba
plaza
calle
amor
en un catalán
aromatizado
en noche
ya no sé cuál es mi sitio
creo que tu cama
creo que tus ojos
son mi lugar
pero como decirles
a los mozos
que me deportarían
que tenía mi país en ti
mi lugar
entre tu senos
calientes
blancos
como mi costa del sur
cómo decirles
que mi territorio era ya tu cuerpo
explayado
misterioso
alumbrado a veces
por las luces de los semáforos
en rojo
perdí el sentido del tiempo
el don del espacio
al llegar
ya no sé
donde terminas
y donde se acaba esta tristeza
de calles largas
desfiguradas por la noche
perdí las maletas
el sentido del tiempo
el territorio exacto
de tu sombra
no dan visa por amor
no dan trabajo por amar
nos despedimos
tú estabas casada
triste
dulcemente casada
Salgo a caminar
cualquier excusa es posible
esta noche
me haces falta
aquí
cerca
donde la ausencia se precipita
sin piel
a las once a la una
la hora se marca en nuestras ropas
untadas
de llanto
el mundo se cae un poco
Atlas misógino
no has querido sostener
la debacle
hay horas
a estas horas
perdidas
atrapadas en un libro de cuentos
estoy cercada
por el sueño de alguien que sueña
algún sueño
donde apareces
en blanco y negro
ya no me encuentro
te extraño en cada objeto
posible
una calle infinita
un cenicero vacío
una pared en blanco
y amanece sin ti
con su orden desquiciado
labios
botellas
despedidas
horas
ya no me encuentro
Alguien alucina en la habitación contigua
Tengo sueños ocultos de lugares imposibles
extraño el pulgar de tu mano izquierda (NO SABÍA QUE ERS ZURDA) tu pestaña perdida
tu párpado agitado tu bostezo de sueño
la serpentina
de tu piel
enredada a mi vida
lo inútil
que va dejando rastros de humanidad
en las calles
Tengo nostalgia por las cosas que ya no conoceremos
lo prescindible
el imaginario ha consumido letalmente los días
y solo queda la desesperación
Desde hace tiempo
la vida aprieta
la ropa
pero la desnudez solo es posible
y vale todo este dolor
si tú volteas a ver el mundo
solo para mirarme.
Te escribo pequeños mensajes que envío en una botella postmoderna
con solo presionar send y viaja a través de la red mar de hilos cuerdas alambres y fibras sintéticas quiero verte, te digo viajaría por ti traspasando mi miedo aunque -poenam Tántali pati- tú no contestas
entre tú y yo pantallas planas el titilar del cursor en una
habitación a oscuras la pregunta que viaja a
través de la red ¿puedo
verte? que es igual que preguntar si puedo besarte quemarte como a las páginas de un
libro que amo
no sé si piensas en mí no sé si te preguntas no sé si sueñas conmigo porque
mi sueño es la dársena donde
tu cuerpo se desnuda del
tiempo y
a cada lado de
la pantalla plana donde
mis senos empiezan a caer demostrando
la verdad de una teoría y
el apetito es tan grande que
empiezo a traducir signos nos
separa lo mismo que nos une las palabras Pero tú solo me invitas a
jugar candy crush saga -ludópata- y no
sé si
es un coitus reservatus -como diría Roland Barthes- o solo el triste producto