NATURALEZA MUERTA con acuarelas:

Tenía un muerto, macabro, cruel, posado como un pájaro triste en mi sombra. La rosa tiembla febril en la rama. El muerto reclamaba mi cuerpo, mi alma, cada palabra. No conocía el amor, no era amor su sombre. Se fue con páralo y una pantaleta vieja de arcoíris. Una y otra vez el silencio de los árboles amarillos sobre la tierra regresa, tus piernas se abren a través del viento. Mi lengua fría, expulsada, mi lengua insulsa hace movimientos de pincel, mi lengua se pierde en el túnel de Sábato, en la palabra mujer. 
O´keeffe


 Me baño en el mar, la arena brilla, los aljibes brillan en el fondo de tus manos. Existes porque te nombro al nombrar cada cosa: pez, lápiz, sol de matin.



Tus cejas se juntan y tu mirada se pierde en las fotos postales que parpadean en el ordenador. Mezclo el bossa nova con el vino, las películas de Tarkovski con un viejo sueño alumbrado por la luna. Me resisto a no tenerte dentro de un tren entrando en una ciudad de madrugada, pitando con humo, tus labios sellados por el sueño, con la cabeza apoyada en mis piernas, y te dibujo los ojos por primera vez, las pestañas transparentes DILUIDAS en carbón, las palabras que expulsas como si fuera el monóxido de tu cuerpo en reposo, bajo el agua, como una piedra sonriente en la base del río. Me pongo el sombrero que compré en Toledo y salgo a caminar.
 
Marthe Donas


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