Para George Bataille el trabajo en un mecanismo para distraer al ser humano de su parte más animal, el anhelo de satisfacer su deseo sexual. El trabajo te limita a realizar lo que nuestros límites prohíben. Sin embargo, toco tu pierna, te toco, entre los escritorios y las miradas casuales del público. Te toco, extrayendo el ruido profundo del placer de tu boca silenciada por paredes blandas. Y te toco, trabajo, te toco y somos la "continuidad de dos seres discontínuos".

LA PARADOJA DEL APETITO



Preciso esta noche
una lámpara 
                                                                                                                              para SOBREVIVIRTE
 











tus ojos de túnel 
tu boca de muessel sagrado
la exploración del infierno dantesco
entre los reductos de tus piernas
 
tensando la muerte
sólo un sorbo de la angustia letal
de tu bilis











el cinismo de un Diógenes de Sínope
la transgresión de Urriola en papel blando
el desorden del erotismo en la piel de la mariposa

para sobrevivir

al éxodo de tu deseo


a la convulsión de Caracas después de la lluvia.



 




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