LA CIUDAD ACORAZADA
A Caracas
Bajo la
deformación del cielo
el
perfume de la tarde devora pausadamente el paisaje desesperado
imprimo
en los altos muros de la calle
la
huella atemporal de la nada que exhumo
quisiera
sostenerte en medio de mis plazas
retenerte
como una estatua sin nombre
deshilvanar
tus nostalgias
tus
guerras
la
ventana que gime en las proximidades
quisiera
deambular por los costados dormidos de tu sexo abismal
recoger
miradas
gestos
regalarte
esta inocencia cargada
esta
palabra tierra
porque
todo en tu lengua
es combate
y
herrumbre
y
campanarios



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