Me levanto tosca no encuentro mis límites creo que hoy no es posible inventar tu presencia, tu difusión tus cosas
miércoles, 23 de julio de 2014
La Llorona. Chavela Vargas "Un tributo a Frida Khalo"
Había una mujer que cantaba como llorar
¿Sabes lo que es el llanto?
¿Sabes lo que es el amor, el llanto, el llanto del amor?
Había una mujer, minúscula, con la voz de una aparición
una mujer cuya voz se adentra en blanco y negro
en el pecho que gime
Y había otra mujer que lloraba y pintaba
lloraba hacia dentro y cantaba con el pincel
dibujando la sangre entera
el Danubio se derramaba al pintar
¿Sabes acaso lo que es el amor, lo que es el dolor?
llorar, pintar, cantar, amar
es lo mismo.
CRUZ DE OLVIDO - CHAVELA VARGAS (DIRECTO)
Esta noche llevo tu nombre
incrustado levemente en cada poro
de esta ciudad anegada de frío...
Fito Páez - La Despedida
NOCHE AMARILLA y TÉ VERDE
Y continuo regresando a la herida
donde duele ya no hay nada
transpiro sombras bajo los semáforos en verde
no hay libros
no hay letras
no hay poesía
en mi curriculum de buscador
en el baúl del fondo de la oficina
profundamente hueca
no hay término posible
para la ausencia
para la terca abstinencia de ti
Y siempre regreso
con la mano bifurcada
a donde la noche se duerme.
A.r
domingo, 20 de julio de 2014
A mi manera - Gipsy Kings
Y tal vez no vengas a reclamarte hoy ni nunca
y tal vez la muerte sea una oscuridad incandescente
el clavo dulce de la diáspora a tus ojos
finalmente
y tal vez la nada me consuma en un juego de lluvia y azar
y tu recuerdo no sea más
que un morirse
en el recuerdo moribundo de tus labios
cuando ya no me pronuncies.
Ar
viernes, 18 de julio de 2014
Para George Bataille el trabajo en un mecanismo para distraer al ser humano de su parte más animal, el anhelo de satisfacer su deseo sexual. El trabajo te limita a realizar lo que nuestros límites prohíben. Sin embargo, toco tu pierna, te toco, entre los escritorios y las miradas casuales del público. Te toco, extrayendo el ruido profundo del placer de tu boca silenciada por paredes blandas. Y te toco, trabajo, te toco y somos la "continuidad de dos seres discontínuos".
LA PARADOJA DEL APETITO
Preciso esta noche
una lámpara
Preciso esta noche
una lámpara
tus ojos de túnel
tu boca de muessel sagrado
la exploración del infierno dantesco
tensando la muerte
sólo un sorbo de la angustia letalde tu bilis
el cinismo de un Diógenes de Sínope
la transgresión de Urriola en papel blando
el desorden del erotismo en la piel de la mariposa
para sobrevivir
al éxodo de tu deseo
a la convulsión de Caracas después de la lluvia.
jueves, 17 de julio de 2014
A VECES EL DESEO ES TAN GRANDE, que nada lo puede contener: "La provocación del DESEO QUEMA; puede consumir hasta su fin la riqueza; puede consumir la vida de aquel cuyo deseo provoca." Georges Bataille.
...tal vez otro poema de amor.
Llueve en Uzbekistán. En los minaretes donde grito tu
nombre amanece. Llueve en esta pocilga de madrugada donde atajo las gotas con
una ponchera de plástico y tu nombre rosado, vástago desaparece detrás de mis
ojos. Los sueños los devuelve el desierto, intactos: tu mano debajo de la mesa
tocando el abismo inconmensurable de la sombra de mi pierna en movimiento. Bajo
al sur donde la lluvia es una exequia al dolor, huele a tierra mojada y a sexo
recién lavado. Amurallo mis tormentas de la necesidad de ser: Llueve en
Leningrado sobre Anna, el fantasma de Tsárskoie
Seló. Una nube gris tiembla en el
piso y por mi falda mexicana llueven las sábilas en el campo. Demasiado ruido
en el elevador de espíritus, demasiada oscuridad y obscenidad en la tecnología
del deseo, es decir, Huyo como un cadáver inflamado de deseo. La sombra de tus
ojos acecha los bosques, diluye las constelaciones, apaga la luna. Insisto:
tiembla en el Amazonas. Una mujer pare de pie para crear mundo. Nosotros los
indios, bajamos a la tierra para dragar la miseria. En la hendidura de la
profundidad de los ojos, se hace el fuego: Lo que es propio se hace
indiferente. El río fluye sucio a través de los hombres. El pilón almidonado se
desliza sobre tus lágrimas nocturnas. Te escribo en el huerto cuando aún no
amanece. Bebo los sorbos de café con ron que trae la madre para el insomnio
pero no para la muerte. Trae el brebaje nocturno para el sueño pero no para el
amor. La mujer estaciona y levita. Es decir: se envenena, nace, duerme y tiene
sexo. Los cuervos giran sobre la tierra de madrugada cuando tiene lugar el primer
espectáculo sangrante. Un tobo deja el suelo. La luna hincha el vientre. Una
mano se desliza en la noche tejiendo el primer secreto. La mujer es un vicioso
caos en la razón del mundo túrgido. Ventana con vista oceánica en un mundo
revuelto por el silencio. Mi madre me dijo: Cuídate de una mujer en la ventana.
La mujer que atraviesa el oráculo de una visión empañada, entra en la historia
sola, sin apellido, preparada para la muerte. El sonido del amor resuena cuando
entras en la ciudad; es mayo y en Francia hay miles de estatuas cerca del Sena
que marcan los puntos cardinales de mi deseo. El cadalso se desplaza
sórdidamente en tus ojos mientras busco entretenimiento en el jardín de tus
caderas: hay un columpio que se mece solo hasta la orilla de la tesis inconmensurable.
Llueve ya en mi deseo como acabado por el dolor de no poseer. Nadie vio el
nacimiento de la ciudad pero sí su conflagración. Nadie vio tus pies descalzos
corriendo detrás de la luna pero sí el
deseo que corría tras tuyo con sus copas.
Las luciérnagas encienden sus luces amargas cuando el recuerdo nos deja solos, en silencio. La tarde se pierde detrás de los edificios de tus ojos amanecidos, que se tiñen de lila cuando acabas de llorar, soledad que huele a días y horas de trabajo perdido, a una única agonía.
Adriana R.
Las luciérnagas encienden sus luces amargas cuando el recuerdo nos deja solos, en silencio. La tarde se pierde detrás de los edificios de tus ojos amanecidos, que se tiñen de lila cuando acabas de llorar, soledad que huele a días y horas de trabajo perdido, a una única agonía.
Adriana R.
sábado, 28 de junio de 2014
Esta noche yacen en el fondo de la memoria de vino, exequias de lo que fui: paisajes adustos, calles solas, parques sin columpios, cervezas sin amigos, borracheras de amor que terminaron en vómito y en un a solas profundo, ciudades frías de países extraños donde buscaba tu señal o tu olor, camas de hostales con baños en el patio obscuro. Fui tantas cosas y tan poco. Fui una calle de Madrid llovida y arrasada por el recuerdo.
TOD
UND FRAU
A Kathe Kollwitz
En las
calles de Madrid llueve,
lejos,
en el café La Cruz Blanca y en pleno
centro de mi croquis húmedo,
el
cielo muerde las estatuas de los edificios,
carcome
el agua fuente y la punta seca sobre el papel esmerilado
del
retrato de la mujer blanca casi pálida del lienzo incomprensible.
Pido
un café y ya me pierdo,
-dos
de azúcar, digo-
llueve
suavemente sobre las calles limpias de una ciudad que amanece,
con
sus luces enfiladas y sus mangueras largas,
con
agua fuente y barniz blando,
parduzco
con olor a ciénagas.
Hay un
silencio escrutador que amablemente digiere tus entrañas,
llueve
y el olor a rosas se pierde tras la humedad y las luces de los coches,
que
pasan sin hacer ruido,
la
fuente se moja cada vez,
los
transeúntes leen el periódico sentados en los banquillos de la plaza anónima,
alguien
fuma un cigarrillo mientras espera, entre el jardín y la calle.
Los
retratos, la exposición y una grapa,
tu
mujer yace serena a la luz de vela en una habitación remota,
no hay
nadie aquí, -me equivoqué, me digo-
y hay
que perderse en el laberinto de cuadros para revivir,
estar
sola entre memorias de mujeres solas,
con
sus pinceles giratorios e insomnes,
con
sus caras curtidas por la lumbre de la buhardilla fría.
Salgo
sola a buscar obscuridades,
a
caminar por calles anchas donde cae la lluvia,
emisaria
de rostros, olores, recuerdos,
pido
una grapa, todos se han ido,
-bajo
la luz tenue está tu mujer blanda,
pelirroja,
casi muerta-
ya no
sirven torrejas dulces,
solo
licores de alcanfor,
entre
el silencio,
bajo
la lluvia.
Adriana Duré.
Edith Piaf - La foule
Te dije: ¿Conoces a Edith Piaf?, me contestaste que te habías graduado en La Sorbonne de París con Trés bien en alguna carrera que no era literatura, que no era arte, que no era historia. Te amé, era cierto. amé tu lengua, amé tu humor, amé tu juego de billar y tu amor por las mujeres. Pero sobre todo, amé tu amor a Edith y tu erre de ciudadanía.
Detrás del espesor de tus trazos, emerge la poesía del color, no importa tu idioma. Hablamos el lenguaje del aleteo. Tú, caminando debajo de la lluvia ideando ciénagas azules con gold, yo, puteando de ida al trabajo, contando mi vida con palabras. Somos lo mismo en horas distintas. Universos que se conjugan bajo el cielo estrellado de Van Gogh, con su café solo en una avenida de la memoria. Trazo este mapa desde donde estás hasta mis pensamientos y solo es posible un poema.
A Galya Nikolova
MULHER MODERNA
ANA CRISTINA CÉSAR
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| QUOTEKO DE LEONOR FINI |
Opto por la mirada estetizante con un epígrafe de mujer moderna desconocida. ("No logro explicar mi ternura, mi ternura ¿entiendes"?). No soy ratón de biblioteca, casi no entiendo aquel museo de la plaza, no tengo impulso de producción, no nací para gitana, y además tengo también el llamado ojo con pecados. ¿Ni aquí? Te recito WW:
"Amor, eso no es un libro, soy yo, es a mí al que sostienes yo soy yo quien te sostiene
/(¿es de noche?
¿estuvimos juntos y a solas?), caigo de las páginas
a tus brazos, tus dedos me entorpecen, tu aliento,
![]() |
| LEONOR FINI |
tu pulso, me sumerjo de los pies a la cabeza,
delicia, y basta:
Basta de nostalgia, secreto, impromptu, basta
del presente deslizándose, basta del pasado en video-tape
imposiblemente veloz, repeat, repeat.
Toma este beso tan solo para tí y ya no me olvides.
Trabajé todo el día y ahora me retiro, ahora
descanso de mis cartas y traducciones de muchos orígenes,
me espera una esfera más real que la soñada, más directa, dardos y rayos a mi regreso. ¡Adiós!
Recuerda mis palabras una a una, Yo podré volver. Te amo, y parto, yo incorpóreo,
| AUTO RETRATO DE GALYA NIKOLOVA |
triunfante, muerto".
viernes, 13 de junio de 2014
Nina Simone- I Put Spell On You
A ti, que aún no sabes quién eres:
La noche hoy puede ser tan corta o tan larga como decidas que sea, a veces la noche solo es, pero hoy la noche es algo más...y mientras escuchas esta voz que te insta y la vida empieza por difuminarse y antes que desaparezcas por completo y tu sangre sea un río blando corriendo por las entrañas de la tierra, espero que leas ésto:
AFTER SUCH PLEASURESEsta noche, buscando tu boca en otra boca,
casi creyéndolo, porque así de ciego es este río
que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados,
qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor
sabiendo que el placer es ese esclavo innoble
que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.
Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar
ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni
esperanza.
Solo en mi casa abierta sobre el puerto
otra vez empezar a quererte,
otra vez encontrarte en el café de la mañana
sin que tanta cosa irrenunciable
hubiera sucedido.
Y no tener que acordarme de este olvido que sube
para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos
y no dejarme más que una ventana sin estrellas.
Julio Cortázar
Andy Duran y su Latin Jazz Band - ¿Qué te pedí?
Fue en Juan Sebastián Bar, un poco antes de salir a la fuerza, y que un militar mentara mi madre después de bendecir un poco la suya, porque bailé a rabiar sola, sola como una loca en medio de una plaza. Y un poco antes que el ron selecto y el arrabal de la noche me embriagaran, y te sacara a bailar en medio de partidarios de una democracia derruida entre alcoholes e historia. Afuera, más tarde, difuminada y clara, como la luna cayendo por las calles enloquecidas. Sólo así te quise.
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