viernes, 3 de julio de 2015

MELANCOLÍA





La poesía

es también

la pregunta:

¿dónde estás?



la poesía

sobre todo

nostalgia

de tu pubis


tu lengua contra mi clítoris

la bipolaridad

del orgasmo

del amor


del amor

las ventanas abiertas

a la noche


no tanto la ternura


sino tu pubis

abierto



y

la noche

enterrándose

en

tu cuerpo




la noche completa

el terror

de quedarse solo



del amor

esta tristeza

de ciudades

de subterráneos

y trenes

que ya no regresarán


toda esta tristeza

debajo de la piel

caricias 

que arden


nostalgia



de la ciudad entera

que era tu cuerpo







que era tu amor.













sábado, 23 de mayo de 2015

TE NOMBRARÉ ENTRE MIS LIBROS

 Te nombraré entre mis libros
Borges
Cortázar
Nabokov
Dickinson
Bataille
mi amor

creeré por esta vez
en el fuego de los dragones
que escapan de tu espalda

no te dejaré
en el jardín de letras
fumando mates

seguirás tú
al poema

mi cama
si quisiera fugarme
seras tú mi sueño

te bañaré
tus cabellos
tu cuerpo
ya no será necesaria
la palabra
un poema de amor

no será necesario
escondernos

porque la guerra 
no habrá fulminado
tus ojos
que se encontrarán con los míos

todo tendrá sentido
yo no me iré a España huyendo
        de la utopía
tú no te irás a la Argentina
buscando la utopía

las luces se apagarán
como en el teatro
y entonces
podré nombrarte entre mis libros
mi amor.


Kissin - Rachmaninov Piano Concerto No. 2 in C minor, Op. 18 (full)







"Ella me amaba

pero todo estaba hecho

para perecer".

miércoles, 20 de mayo de 2015

LAS FLORES EN TU RETRATO



Simplemente yo te cortaba. No sabía hacer el amor. Las flores continuaban creciendo desde el piso de abajo. Vendame con tus manos. No era suficiente chupar tu clítoris, delicadamente, dulcemente. Las flores se enredaban a la ventana. Besar tu retrato. Pasan ferias de libros, exposiciones, ventas de garage. Creía rebelarme a través del callado orgasmo. La lluvia hacía crecer las flores, olía a muerte, dulcemente. Tus dientes, tu saliva, el dolor de tu vientre, la axila derecha, los vellos creciendo hacia tus piernas: describía de memoria el recorrido de la caricia. Sigo: tu teta suave, el lunar en tu cadera, tu cadera, las uñas sin cortar, la pierna, la hoja de tu pierna, mi estómago en tu brazo, mi pierna enredada a tu muslo erizado. Te cortaba y escribía encima de la cama, en los closet, en los baños vacíos y húmedos, en los comedores sin hambre. No quise viajar, caminar y la lluvia se quejaba en la noche, no quería oírla. Vendame con tu cuerpo, este cuerpo frío, que ya no tiene madre, ya no tiene vientre acuoso (lugar del mundo y del cuerpo). Y las flores crecían detrás de los edificios, desde abajo, en las ventanas de los pisos y el tiempo era el tiempo, nada más.

martes, 28 de abril de 2015

CUANDO ESCRIBO...



Y nosotras seguimos
ya no habían versos en las madrugadas
(hubo una vez una mujer que rezaba versos de Olga Orozco a la luz de una vela en un cuarto vacío y paredes blancas, pintaba cuadros y lloraba)
me quedé en todos los recuerdos
allí regreso     
cuando escribo

la noche es incolora
a fuerza de llanto
memoria
olores empozados
se tiñe 
de un libro
de un pasaje 
de un libro
que se queda grabado
adherido
y recurrimos
a ese pasaje
cuando el dolor arrasa
cuando alguien se va
cuando somos
indiferentes
a las heridas

Tú estabas bella
asomada en tu azotea
estoy segura
que solo encima 
de tu azotea
habían estrellas como aquellas
dejaste
de escribir mariposas
de creer 
en mariposas
besos robados
la amistad
el amor
se quebraron
 te quedaste bella
como una fotografía
que llevo en el bolsillo

allí quiero regresar
cada vez que pueda
es el único juego que he jugado
el único juego que conozco
nadie pierde
nadie gana
jugamos a extasiarnos 
en el orujo del poema
rompemos
extraviamos
vivimos allí
a ratos
circunstancialmente

es cierto
en algunas fotos
donde estamos jóvenes (no sonreímos)
se ve el peso del futuro
sobre los párpados
tenemos todos nuestros dedos
los sueños
parecen intactos
hay cosas que aún no sabemos
y temblamos
pero la foto
solo revela
un lado
hay una región
inmensa
velada
sin rostros
una parte de la ropa
sin sentido

tú eras la más bella
irremplazable 
no guardaste
inocencia
te la bebiste toda
besaste
mujeres
hombres
cicatrices 
ojos pardos
de perros maníacos
te asustaban 
los caminos curvos 
escribiste 
sobre el aire
un abecedario amoroso
hasta asfixiarte 
y no retornaste

(hubo una vez una muchacha
que recitaba poemas de Olga Orozco
a la luz de una vela
velaba al amor muerto
y aquellos poemas
eran oraciones)

regreso
y todo está junto
lo que amo se une
cuando escribo.

domingo, 26 de abril de 2015

NOSTALGIA: "Como Rembrandt, mártir del claroscuro, yo me sumergí en un tiempo que hace enmudecer." Osip Mandelstam.



Dónde están todos

pueblo fantasma
aquella palabra tuya
quedó grabada
en la cenicienta plaza

han ido desapareciendo
de las librerías
de las casas
de los túneles
de los caminos

las librerías
las casas
los túneles
los caminos

a veces
en las noches
cuando las sonrisas
se han borrado
de los rostros
y las sillas
están frías
como las estrellas
recuerdo sus manos

en el estallido de la noche
recuerdo cuál fue tu voz
tu último anhelo

y el pueblo sólo es el humo
de la última fogata.


lunes, 20 de abril de 2015

ILUSTRACIONES, FRASES Y DECANTACIONES

Coleccionista. 
 
No quiero asustarte. Estoy en un limbo. Sueño que tomo la bicicleta y recorro la costa, un hilillo azul que se pierde, se confunde. Lola (mi perra) me ladra, se hecha a correr detrás de mí, sale de un cuaderno de dibujo, de una página amarillenta, con sus trazos de lápiz B Fber Castell. Amaba coleccionar lapices, dibujar árboles, gaviotas. 
 
Coleccionaba hojas secas, panfletos, hierva de los jardines. Recuerdo que un vez estuve en un jardín cerrado en París, cerca de la Torre, trepé por la cerca, me escabullí entre las flores y el pasto húmedo, la Police merodeaba, pero estaba oscuro. Metí un puñado de tierra y hojas algo húmedas en una bolsita, como no tenía casi dinero para comprar llaveros y la torre en miniatura, me traje un pedazo de un jardín de París. Sueño que corro por calles infinitas, nunca me canso, nunca paro, no tengo sed, mis pies arden, no quiero parar. Al despertar es otra cosa, no flexiono mis pensamientos, es mejor dormir. 
 
 EL INSOMNE.   
 
El mundo es plano. Las personas son burbujas que el viento arrastra. Lola en el sueño es una guardiana, conoce mis secretos, me rodea mientras camino con la bicicleta a un lado. El sol cae y nos baña dulcemente. El sol de los sueños es solo un presentimiento de color, me imagino que es el sol pero realmente esa imagen de sol es antigua, desgastada, quiero profundizar en el recuerdo y veo pasar páginas de libros, páginas de internet, dibujos, ilustraciones del sol. El sol desaparece, la imagen que tengo del sol desaparece, y queda la luz por todas partes. El otro día vi un documental de un hombre insomne, cada día que pasaba dejaba de dormir un poco más y entusiasmado con la idea de no dormir y hacer más cosas, empezó a grabar todo, los sonidos, los olores, los sabores, los colores, las experiencias, grababa su vida entera, y la de su hijo. Creo que finalmente después de terminar el documental se durmió y fue como morirse, placentero, escurridizo, se abandonó simplemente. Y eso porque estar despierto era un placer, el descubrimiento constante, el asombro. 
 
La escritura, en fin.
 
Claro que puedo escribir. Escribo frases cortas y largas que no tienen musicalidad. Los dejo dentro del blog, en un apartado digitalizado que dice "entrada" y que no publico. La musicalidad es el sentido que esconde el poema. Lo que te reinvindica secretamente. Busco el éxtasis que sentía al leer a Bolaño, Canetti, Lispector, Poe, Yourcenar, por primera vez. Es posible que no regrese nunca allí. Escribo por el éxtasis. Y cuando desaparece un poco de ese éxtasis me pregunto si tiene sentido seguir escribiendo. Algún día los papeles del mundo se quemarán y las computadoras se comeran las palabras, ya no quedará el testimonio escrito, solo la palabra arrojada al viento, dicha por una única vez. Quizá por eso escribimos, para no ser polvo. 


 

viernes, 10 de abril de 2015

viernes, 30 de enero de 2015

BAR LA SUEBCN

Desististe de aparcar en las calles rectangulares
con ángulos cortados
de aquel barrio
las mismas calles de la taza de café del barrio gótico
que me mostraste desde la vidriera 
recordando a Serdá
donde había una exposición
de grillos verdes y cucarachas rojas
el arte del origami
el arte de buscar tu mano
un lugar tibio
beberse una copa de vino
junto a tu acento
frontera de alfabetos
que desconozco

fuimos a parar
al Bar La SueBCN
aun cuando 
en mi libreta
tenía trazada
la ruta hacia tu vientre

metro Urguell
tus senos
-en tu cuerpo había iniciado
la lenta exploración de la ciudad-
carrer de Villarroel, 60, 
tu risa apagada
por el motor de un coche
L`Eixample Esquerre
mi mano ávida de ti

tapas 
una copa de cerveza 
tu axila 
la respiración de
tu boca lenta
que me pronuncia
me inhala
-te leo un poema-
en la tele
el Real Madrid contra el Atlético de Madrid
-no sé nada de fútbol

no sé nada de pop
no sé nada casi nada de ti-





a la luz de una vela que se apaga
tus ojos de medialuna tostada 
fogata nocturna con oleaje marino superpuesto
hacen que olvide el mundo
te sigo
como mariposa a la luz

mi mano te roza la espalda
juego de contacto
-acaban de anotar un gol-
tu mano tibia
tus mejillas rosadas
tu sexo húmedo
tu cuerpo tejido a mi cuerpo híbrido
otra copa
zumo de melocotón
me hablas al oído
haciendo un túnel
donde
retumbo toda

tu lengua
que habla mi lengua
mi idioma 
que busca
territorios inaccesibles
por ejemplo
el verbo ser 
en tus dedos ciegos
que se juntan 
se mezclan
bajan las luces
-se acaba el partido-
pero nos seguimos buscando
como canes hambrientos
en la noche
no me sé las direcciones
no me sé las canciones 
que te gustan
te gustan las mujeres te pregunto
tú resistes como una ciudad asediada
para rendirte entre sus muros
me besas


tu lengua sabe a memoria
a las dos de la mañana
en alguna estación debajo de los pies del mundo.





QUÉ SUCEDE

  A Josephine, mi otredad Qué sucede cuando sientes una conexión tan intensa que el otro se va, cuando se sienten los corazones latir en las...